MARCADO EN
BOVINO
Hay dos razones básicas por las cuales se debe marcar el ganado:
para que el dueño identifique cuál le pertenece y controlar el abigeato, y
administrativamente, para controlar la producción y productividad de las reses,
bien sea en ganancias de peso o producción lechera.
Hay
dos tipos de marcas: Una caprichosa que la da el ganadero con su sello personal
o de la sociedad dueña de las reses, para lo que se mandan hacer hierros de
marcación con diferentes figuras, logotipos o iniciales de acuerdo con el gusto
propio.
El
otro tipo de marcación tiene en la administración su razón de ser, como la
forma más eficiente de llevar los registros de producción y saber exactamente
el estado fisiológico del animal (edad, producción y ganancias de peso, entre
otros).
Cómo
es la numeración Antes de proceder al marcado, se debe tener en cuenta la
numeración que se llevaba anteriormente para no cometer errores; de lo
contrario, si se trata de su primer lote de ganado, podrá elegir el sistema que
más le convenga.
Según el
Manual Práctico del Ganadero, editado por la Federación Nacional de Ganaderos (Fedegan), en el país se usan
por lo menos cinco métodos diferentes de numeración, debido principalmente al
número de cabezas con que cuenta cada finca. Estos son:
1- Los más simples
se basan en tres o cuatro cifras y se asignan los números de manera consecutiva
a medida que se registran los nacimientos. Se reemplazan cuando los animales
salen del hato.
2- Otras fincas
utilizan cuatro números; los tres primeros son el número de orden descrito
anteriormente, pero el último dígito corresponde al año del nacimiento, por
ejemplo, 9 para 1999.
3- Igual que el
primero, pero dejando los machos con números impares y las hembras con números
pares o viceversa.
4- Igual que el
segundo sistema, pero dejando aparte el último dígito, es decir, tres dígitos
de consecutivo en la parte superior y el último en la parte inferior,
correspondiente al año de nacimiento.
5- Un sistema, algo
complicado, consiste en utilizar los dos primeros dígitos para el consecutivo,
el tercero para asignar el bimestre en que nació el animal y el último para
designar el año.
Sin
importar cuál de los anteriores escoja usted, lo importante es saber
interpretar la numeración, mantenerla en el tiempo y poder identificar el
animal desde cierta distancia, sin tener que acercarse, cogerlo y verle la
numeración, tal como sucede con los tatuajes de oreja o con las orejeras.
Áreas para numerar Como muchas labores del campo, como el
herraje de equinos, la marca del ganado también es un arte realizado por
expertos en la materia.
Si no
se hace técnicamente puede echar a perder la calidad de las pieles, por lo que
se debe marcar en áreas pequeñas.
Las
zonas ideales para marcar el ganado son: En la pierna: en la parte baja, por
encima del corvejón o articulación situada en la parte inferior de la pierna.
En el
brazo: un poco por encima del codo.
En el
cachete: cuando las terneras son vacunadas contra la brucelosis, se hace una
marca con hierro, con la letra V para identificar que están inmunes a la
enfermedad.
Si hay
animales positivos a brucelosis, se le debería colocar la marca con B , aunque
poco se usa ya que los animales se sacrifican.
Cinco
pasos Los siguientes son los pasos que debe seguir para lograr una buena
marcación.
1- Es bueno tener
dos juegos de números en la finca: uno para marcar terneros y otro para adultos.
2- Al mandar hacer
los hierros, tenga en cuenta que los números 4, 6, 8 y 9 deben ser abiertos, es
decir...
3- Cada hierro debe
tener en su cabo el número al que corresponde para identificarlos claramente.
4- Al colocar los
hierros al fuego, conserve un orden consecutivo, es decir, de cero a nueve.
5- Cuando el hierro
está al rojo vivo, aplíquelo sobre la piel con pulso firme. Levántelo tan
pronto comience a salir humo. Esta labor debe demorar máximo un segundo.
( SACADO DE EL TIEMPO)
TOPIZADO EN
BOVINOS
Esta práctica tradicional busca
facilitar el manejo de los vacunos, evitar accidentes, volverlos potencialmente
menos peligrosos y maximizar el espacio en corrales y comederos; pero, ¿de qué
manera se puede reducir la molestia y preservar la salud del animal durante
este procedimiento?
Para los ganaderos y expertos
en el tema no existe ninguna duda: el descorne es una práctica que puede
resultar muy traumática para las reses -por el dolor que causa- a tal punto de
llegar a afectar la productividad de un hato. Pero los avances de la medicina
veterinaria y el desarrollo de equipos, acompañados de buenas prácticas, hacen
que los ganaderos no tengan excusas llevar a cabo este procedimiento en el
momento preciso y sin generar complicaciones.
Minimizar el dolor que genera
el descorne es fundamental por dos razones. En primer lugar, constituye un
problema de bienestar. En segundo lugar, el dolor
puede tener efectos negativos sobre la producción de los animales debido a que
desencadena una respuesta de estrés que supone cambios fisiológicos y de
comportamiento potencialmente contraproducentes.
Las técnicas de descorne en
bovinos son necesarias para evitar que con las cornamentas se presenten
lesiones entre los animales, ya que las pérdidas económicas causadas por
traumatismos pueden ser considerables ó incluso lesionar a los humanos hasta
provocarles la muerte.
“La cornamenta (cuernos) es la
única herramienta y forma de defensa, jerarquía, juegos y comportamientos
naturales que tienen las reses, pero estos tienden a golpear voluntaria ó
involuntariamente lo que rodean. Por esto, lo ideal para el manejo de los
bovinos es que no tengan cornamenta desde jóvenes”
La técnica más recomendada
para llevar a cabo este proceso, minimizando el dolor del animal y a temprana
edad (no más de 6 semanas), es la cauterización física, que se efectúa por
medio de topización con calor, a través de un fierro caliente o también con un
descornador eléctrico, o la topización con crema caústica.
La topización por medio de
calor consiste en rasurar alrededor del cuerno, para posteriormente lavar la
zona y realizar la asepsia. Allí se corta con una navaja desinfectada o con un
bisturí el corion del botón de crecimiento del cuerno y se aplica calor
con un cautín o un descornador eléctrico directamente sobre la gema de
crecimiento para destruirla, cauterizarla y así evitar su crecimiento. Mientras
que la topización química requiere de pastas descornadoras a base de cáusticos
como el hidróxido de sodio y de calcio, que se deben aplicar tópicamente sobre
el cuerno.
“A pesar de que cualquiera de
estos mecanismos es altamente efectivo y preserva el bienestar del animal, es
recomendable aplicar uno o dos puntos de anestesia local para garantizar que el
estrés del bovino sea nulo”,
Con esto, además de
garantizar que el dolor del animal será prácticamente inexistente, se trata de
procedimientos sencillos y cortos que dejan la percepción de que el animal
jamás ha tenido cuernos. No tomará más de 7 minutos retirar el botón corneal
(nacimiento del cuerno) del cráneo del animal.
Indica que el método por
excelencia para minimizar el dolor del animal y evitar riesgos posteriores para
otros animales o para los trabajadores de un predio ganadero, es retirar el
botón corneal en cuanto nazcan los animales a través de las técnicas ya mencionadas.
“Es la mejor técnica que uno
como ganadero puede utilizar para evitar que el manejo posterior de los bovinos
sea dispendioso e incluso peligroso para los operarios del predio. Además,
de no efectuarse el descorne en las primeras semanas, posteriormente habrá que
acudir a otros métodos más costosos”


El descorne estético, la alternativa ideal para cuernos
grandes
El descuido, la negligencia o
en muchas ocasiones la falta de tiempo son las principales razones para que los
ganaderos dejen pasar las primeras semanas de los novillos sin aplicar el descorne,
por lo cual al cabo de cuatro o más meses y ya exista una base ósea, deben
acudir a una intervención quirúrgica denominada descorne estético.
Este procedimiento que también
inicia con un protocolo de anestesia local por infiltración, para luego llevar
a cabo la cirugía que implica incidir la piel, desbridarla, posteriormente
cortar el cuerno desde la base, es decir, retirar una parte del hueso y suturar
de manera tal que la res no quede expuesta a infecciones. “Si
el proceso se efectúa de la manera adecuada y con los principios de higiene
recomendados, el bovino no sentirá dolor y no tendrá ninguna complicación”
De igual manera, para efectos
de presupuesto, el descorne a temprana edad es lo más recomendable. Ya que la
topización por calor, sumando materiales y procedimiento no genera un costo
superior a $5 mil por animal, mientras que un descorne estético puede llegar a
costar hasta $250 mil por cada vaca.
Sin duda, el descorne en
bovinos es una práctica que redundará en beneficios de manejo y bienestar para
los animales de un hato, pero es necesario llevarla a cabo bajo todos los
protocolos de sanidad y quirúrgicos que los veterinarios recomiendan. Incluso
son estos profesionales los más indicados para retirar los cuernos de los
bovinos. “Desde todo punto de vista es mejor tener animales sin
cuernos, ya que esto evita atrasos en el crecimiento de los mismos, pérdidas de
peso o un manejo riesgoso en los establos y comederos. Asimismo, los animales
son más dóciles y tranquilos”

(SACADO DE CONTEXTO GANADERO)
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